Osteoartrosis: Infiltración de corticoides

¿Para qué sirve?

Se puede prescribir la infiltración de corticoides para la osteoartrosis cuando los tratamientos antiinflamatorios y analgésicos no hayan conseguido aliviar un brote inflamatorio o en caso de contraindicación de estos medicamentos.

En general, ésta permite obtener buenos resultados, ya que la mayor parte del producto inyectado permanece en la articulación. Actúa en el dolor y la hinchazón en algunas horas, o en algunos días. Su efecto se prolonga, según los casos, de unos días a uno o dos meses. La infiltración de corticoides es un tratamiento preferencial para el brote de osteoartrosis , especialmente de rodilla, donde la articulación es superficial y fácil de pinchar.

¿Cómo se realiza?

La infiltración de corticoides se hace en la consulta médica. Consiste en inyectar un producto anti-inflamatorio a base de cortisona en la articulación.
Aunque a menudo se le teme, en realidad no duele más que un análisis de sangre. Sin embargo, siempre es posible, y a veces útil, realizar una anestesia local leve.

¿Qué precauciones tomar?

Corticosteroid  joint injection

En las horas posteriores a la infiltración, en ocasiones el dolor puede aumentar, por lo que le recomendamos que no fuerce la articulación.
Estos problemas desaparecen espontáneamente al cabo de pocas horas y no son en absoluto una contraindicación para realizar nuevas infiltraciones.

Por el contrario, un dolor que se manifiesta 48 horas después de la infiltración, debe llevarnos a consultar inmediatamente al médico para eliminar una posible infección. A pesar de que se trata de un riesgo muy remoto (1 caso de 50.000 infiltraciones), hay que permanecer alerta.

Es inútil prever un régimen particular: la cortisona administrada por vía local en una articulación tiene un paso a la sangre demasiado insignificante como para provocar un aumento de peso. Por el contrario, si es usted diabético, puede provocar un desequilibrio pasajero.

Se recomienda no practicar más de tres infiltraciones al año y por articulación, ya que si las tres primeras no han tenido un efecto suficiente, es poco probable que la cuarta tenga uno mayor.

Puede anotar, en un cuaderno de vigilancia o en una cartilla de sanidad, la fecha, el producto inyectado y la eficacia de la infiltración para facilitar el diálogo con su médico.